Kafka fue un hombre -¿o un bicho?- que desafio la realidad con la heterodoxia de sus relatos. Fue un hombre socavado por la sociedad, por su terrible padre; cobijado por el amor maternal. Cumplio con el complejo edipico enunciado por Freud.
"Caminando en la acera cotidiana me preguntó que tan factible sería sufrir una verdadera metamorfosis. Me imagino convertirme en un verdadero hombre, un hombre de deportes, cervezas, mujeres, analitico, anacronico".
"Mientras acaricio tus pechos pienso en que algún día tendras que partir, en tanto yo, seguire mutando en un ser cada vez más despreciable. Analizando, encuentro que necesito un retiro para alejarme de estos pensamientos imberbes que sopesan a mi espiritu"